15/1/09

Sal.


Llevé a hermosa a la costa. Buscamos la playa más vacía de todas y el horizonte más horizonte de todos. El sol naranja acariciaba el rostro de hermosa, manoseaba su cuerpo e inspiraba a nuestras mentes. El calor era un puñete con silenciador… “Al mar” dijo. El momento era bello. Ella, seductora y maliciosa se despojó de sus últimas prendas, las prendas sobrevivientes de una recatada hermosa. Caminó hacia el bello mar y empezó a sumergirse, bella. “Siento a la felicidad” decía “siento al sol… la sal… el… excremento” ohh… el bello mar de nuestra bella Lima.

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